jueves, 21 de mayo de 2015

SAZON CHOCUANA

Entre el mosaico de sabores de la cocina chocoana goza de gran reconocimiento la longaniza ahumada, embutido de carne guisada y condimentada con especies y aliños de la localidad. De la misma zona es el biche o alcohol de caña destilado de manera artesanal; las almojábanas realizadas con harina de yuca y queso, el plátano cocido y frito acompañado con queso de leche de vaca, muy salado, también frito.
Bebidas como el jugo de guineo, colada de piña, chocolate con leche de coco, el sorbete de borojó (almirajó). Entre las sopas el caldo de dentón salpreso, el de guacuco, el caldo de queso y cebolla, el guarrú, sancocho de mulata paseadora. Como aperitivos y principios las arepas y los buñuelitos de fruto del árbol del pan, arepas de ñame blanco, el jujú, las masafritas de tuga, panochas, querrevengas, la torta de ñame y la torta de huevos de pescado. Platos fuertes el arroz atollado, arroz clavado, el bacalao de pescado seco-liso, la chanfaina, dentón o bocachico con escamas, el guiso de cogollo de palma de chontaduro y el pescado con lulo chocoano. Entre los postres el arroz con leche de coco y la jalea de árb



ESTO ES CHOCO

EL PULMÓN OLVIDADO

El incendio que desde hace doce días consume miles de hectáreas de bosque tropical en el Chocó conlleva una pérdida irreparable que repercutirá en el planeta por el significado ambiental que tiene la región. Es la riqueza del Pacífico, a la que no se le da el relieve que se merece.
El Amazonas es considerado el pulmón del mundo y la mayoría de los esfuerzos internacionales se han volcado hacia esa gran cuenca, sin duda importante para la salud y la conservación de La Tierra. Sin embargo las condiciones naturales del Chocó Biogeográfico, que abarca la franja occidental costera de Colombia desde Ecuador hasta Panamá, la hacen un laboratorio natural único, generador de vida y reparador frente a las condiciones adversa.
Son 175.000 kilómetros cuadrados, apenas el 2% de la superficie terrestre, que albergan el 10% de la biodiversidad del Planeta. Es el bosque tropical húmedo más extenso del Continente, el 25% de su fauna y su flora no se da en ninguna otra parte del mundo y los científicos aseguran que ahí se crea una nueva especie animal o vegetal cada siete años. Además, sus características climáticas y geográficas favorecen las riquezas marinas como en ningún otro lugar y Lloró, una recóndita población chocoana, tiene el índice de lluvias más alto del mundo, con 3.000 milímetros cúbicos de precipitaciones anuales más que el segundo lugar más lluvioso ubicado en la India.
Si se les pregunta a los astronautas cuál es el lugar más verde de la Tierra visto desde el espacio, señalan hacia el Chocó Biogeográfico. Es ese Pacífico al que Colombia ha tenido en el olvido, sometido al abandono y donde la gran riqueza natural, que debía ser también una oportunidad para la población, contrasta con la miseria que padecen sus comunidades.
Se necesitaron 3.800 hectáreas de bosques consumidos por las llamas y casi dos semanas de catástrofe ambiental para que ayer se declarar la ‘calamidad pública’ y se empezara a actuar para combatir el fuego, ejemplo de la poca importancia que se le da a la región. Esa mirada indiferente es la que ha permitido por ejemplo que por la fiebre del oro y el platino la minería legal desplazara las prácticas artesanales de extracción, causando daños irreparables al ecosistema chocoano. O que se haya consentido la tala indiscriminada de bosques para extraer madera o extender los cultivos de palma. Es el mismo olvido que le abrió las puertas al narcotraficante para que se asentara en la región, cambiara los valores culturales ancestrales de la gente del Pacífico, generara violencia y provocara el desplazamiento.
Aunque el Pacífico es el lugar con mayor valor estratégico para el país como punto de conexión entre Colombia y el mundo, y como referente ambiental de tanta importancia para el Planeta, la indiferencia y el desconocimiento siguen presentes. Los efectos del desastre monumental causado por este incendio incontrolado no sólo repercutirán en el medio ambiente de la región. Las consecuencias las sentirán la Nación y la humanidad en general.